La relación entre la IA y la ciberseguridad será esencial para proteger a las compañías y las instituciones frente a ciberataques cada vez más sofisticados y peligrosos
El 11 de mayo de 1997,
la supercomputadora Deep Blue II venció a Garri Kaspárov, el campeón del
mundo de ajedrez, en la sexta y última partida de un duelo que marcó un antes y
un después en la relación entre los seres humanos y la tecnología. Los
ingenieros de IBM que desarrollaron Deep Blue II demostraron, por primera vez
en la historia, que las máquinas podían ser más inteligentes que una de las
mentes humanas más prodigiosas de la historia.
Más de 26 años
después, la Inteligencia Artificial y la robotización son piezas clave en
numerosos sectores productivos (desde la automoción hasta el sector financiero)
y la relación entre la IA y la ciberseguridad está llamada a
marcar el futuro inmediato de nuestras sociedades. ¿Por qué?
Por un lado, la
digitalización de las empresas y los hogares ha traído consigo que la
superficie de ataque al alcance de los ciberdelincuentes es prácticamente
infinita. Como consecuencia de ello, los ciberataques no solo crecen en número,
sino también en nivel de complejidad e impacto.
Por otro, los
sistemas de IA están proliferando y perfeccionándose a marchas
forzadas. Su potencial para transformar nuestra forma de vivir, trabajar, hacer
negocios o comunicarnos es mayúsculo y está fuera, ya, de toda duda. Cuanto
mayor sea su relevancia e implementación en todos los ámbitos de la economía y
la sociedad, más plausible será que los delincuentes:
- Emplean IA para realizar ataques.
- Pongan en marcha ataques contra
los propios sistemas de IA.
A continuación, vamos
a repasar el impacto de la Inteligencia Artificial en el terreno de la
ciberseguridad y, a partir de ahí, realizar un ejercicio prospectivo y explorar
hacia dónde puede evolucionar el futuro de la IA y la ciberseguridad y
cuál será su relevancia para las empresas, las administraciones y la sociedad.
1. El auge de los
sistemas UEBA
A la hora de abordar
la relación entre la IA y la ciberseguridad debemos poner el foco en una
solución que combina los dos ámbitos y que ha experimentado un boom en el
último lustro. Estamos hablando de los sistemas User and Entity
Behavior Analytics (UEBA) que, como su nombre indica, analizan
el comportamiento de usuarios y entidades. ¿Con qué fin? Proteger a los
sistemas de compañías o instituciones.
¿Cómo funcionan los
sistemas UEBA? Usan Machine Learning para analizar grandes volúmenes de datos
para analizar el comportamiento de los usuarios, pero también de entidades
(como servidores o enrutadores), de cara a establecer cuál es su comportamiento
habitual u ordinario a través del modelado.
Una vez que se modelan
los comportamientos «normales» y se fijan como los comportamientos de
referencia, se emplean las mismas herramientas de Machine Learning y análisis
de datos para identificar comportamientos que se desvíen de los
habituales y que podrían resultar sospechosos. De tal manera que se puedan
optimizar al máximo los mecanismos de detección de eventos que afecten a la
ciberseguridad de los activos de una empresa o una institución.
Además, gracias a los
sistemas UEBA no solo se pueden detectar amenazas tanto internas como
externas, sino que son útiles a la hora de hacer un seguimiento de
cualquier evento potencialmente peligroso y facilitan las labores de respuesta
ante incidentes de seguridad.
Por todo ello, se han
convertido en una herramienta útil para los profesionales que gestionan las
capacidades defensivas de las compañías y las instituciones.
2. La IA y la
ciberseguridad hoy
Los sistemas UEBA
evidencian de una manera gráfica que la ciberseguridad es uno de los ámbitos
pioneros en el uso de la Inteligencia Artificial. De hecho, los modelos de IA
ya se emplean para optimizar servicios
de ciberseguridad fundamentales a la hora de proteger los activos
de las empresas:
- Realización de test de intrusión avanzados
- Servicios de Red
Team
- Test de ingeniería
social
- Pruebas de seguridad: DAST, SAST, SCA…
- Gestión de
vulnerabilidades
- Detección
de vulnerabilidades emergentes
- Gestión del
riesgo dinámico y priorización de amenazas
- Servicios de Threat
Hunting
- Respuesta a
incidentes
Al igual que resulta
innegable que la IA plantea una serie de desafíos a los expertos en
ciberseguridad, también resulta evidente que esta tecnología disruptiva puede
ser fundamental para el sector.
¿Qué podemos esperar
del futuro? Que se desarrollen nuevos sistemas de Inteligencia Artificial más
potentes y que permitan a los profesionales de la ciberseguridad optimizar
la prevención, mitigación, detección, respuesta y recuperación frente a los
incidentes de seguridad. ¿Cómo? Utilizando el conocimiento generado por las
IA para diseñar tácticas, técnicas y procedimientos nuevos que permitan a los
equipos de seguridad anticiparse a los delincuentes y mejorar la resiliencia de
los sistemas de las empresas y las administraciones.
3. Aprender nuevas
estrategias para ganarle la partida a los malos
¿Cómo fue capaz Deep
Blue II de vencer a Kaspárov? Porque los ingenieros de IBM le habían enseñada
700.000 partidas de ajedrez disputadas a lo largo de la historia.
Sin embargo, las
Inteligencias Artificiales hoy en día son capaces de ir más allá. No solo se
limitan a aprender a partir del conocimiento generado por la humanidad, sino
que pueden auto-aprender.
Por ejemplo,
Inteligencias Artificiales como Alpha Zero son capaces de aprender estrategias
para jugar al ajedrez, pero también a otros juegos similares como el Go, sin
necesidad de procesar partidas anteriores. ¿Cómo? Compitiendo contra sí mismas.
De tal forma que pueden desarrollar estrategias de juego que:
- Son capaces de batir las mejores
estrategias concebidas por las personas a lo largo de los siglos.
- Ponen en evidencia las limitaciones
creativas de las personas y cuestionan algunos postulados clásicos. Por
ejemplo, en el ajedrez o en el Go hay determinadas salidas o jugadas que
los expertos han considerado que son erróneas o dan pobres resultados. Y,
sin embargo, las IA las han usado con éxito.
3.1. Ser más
imaginativos que los delincuentes
¿Cómo se traslada esto
a la relación entre la IA y la ciberseguridad? En el futuro
próximo, las Inteligencias Artificiales no solo servirán para optimizar las
capacidades defensivas de las organizaciones, diseñar y ejecutar servicios de
pentesting o poner en marcha escenarios de Red Team, sino que ayudarán a los
profesionales de ciberseguridad a pensar estrategias, tácticas, técnicas y
procedimientos nuevos, empujando los límites de la imaginación humana.
La relación entre los
expertos que protegen a compañías, instituciones y ciudadanía y los
ciberdelincuentes que las atacan es un perpetuo juego del gato y el ratón. Cada
vez que los profesionales diseñan mecanismos para entorpecer las TTP
que emplean los actores maliciosos, estos se ven obligados a modificar sus
estrategias.
En este sentido, la
relación entre la IA y la ciberseguridad puede ayudar a los equipos
defensivos a desarrollar soluciones innovadoras para combatir los ciberataques,
forzando a los actores maliciosos a diseñar nuevas metodologías de manera
constante, con el coste que ello conlleva.
Al fin y al cabo, hoy
en día, los grandes maestros del ajedrez ya no están obsesionados en vencer a
las IA, sino en emplearlas para enriquecer su forma de jugar.
4. ¿Y si Kaspárov
también fuese una máquina? IA vs. IA
Hasta ahora hemos
profundizado en la relación entre la IA y la ciberseguridad centrándonos en el
desarrollo de modelos que se puedan emplear para prestar los mejores servicios
de ciberseguridad y ciberinteligencia, pero debemos abordar otra tendencia que
será clave en el futuro de la IA y la ciberseguridad: crear entornos en los que
se puedan enfrentar dos sistemas de Inteligencia Artificial entre
sí:
- Una IA defensiva capaz de detectar
intrusiones, comportamientos anormales o brechas de seguridad que
algún actor hostil pudiera emplear para acceder a información que debería
estar fuera de su alcance. Es decir, una IA defensiva, al servicio de los
equipos defensivos de las compañías, y que funcionase como un elemento más
de la estrategia de seguridad de las organizaciones.
- Una IA atacante. O lo que es
lo mismo, un sistema diseñado para atacar a una compañía, explotar
vulnerabilidades, infiltrarse en una organización y pasar desapercibida
para la IA defensora. La competencia entre ambas las ayudaría a
mejorar su forma de detectar actuaciones maliciosas, en el caso de la
defensiva, y a aprender a ser sigilosa y encontrar nuevas técnicas para
pasar desapercibida y extenderse por todos los sistemas, en lo relativo a
la IA atacante.
Este salto en la
relación entre la IA y la ciberseguridad puede ser clave en el futuro próximo y
contribuir a que los profesionales y los expertos puedan acometer con éxito los
desafíos en materia de seguridad que traen consigo los ciberataques en general,
y aquellos que emplean la Inteligencia Artificial para cometer fraudes y
alterar el funcionamiento de las empresas y las instituciones, en particular.
5. La IA y la
ciberseguridad mañana
Tanto la vertiginosa
evolución de las Inteligencias Artificiales como la creciente complejidad de un
panorama de ciberamenazas en constante expansión hacen que sea difícil
pronosticar cómo evolucionarán ambas disciplinas en los próximos años.
Sin embargo, la
Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad (ENISA) ha elaborado un informe en el que se abordan los
principales riesgos en materia de ciberseguridad en lo que resta de década.
La mayoría de amenazas
a las que se enfrentarán las empresas y administraciones públicas guardan algún
tipo de relación con la Inteligencia Artificial: campañas avanzadas de
desinformación con deepfakes, vigilancia digital y auge del autoritarismo
gracias al reconocimiento facial, ataques selectivos en los que se emplean
datos de los dispositivos inteligentes para crear modelos de comportamiento de
las víctimas, ataques híbridos usando algoritmos de Machine Learning…
Pero, además,
los ataques contra las IA son, también, una de las amenazas
más preocupantes del presente y, sobre todo, del futuro inmediato. Sobre todo,
si tenemos en cuenta la relevancia creciente de estos sistemas en el
funcionamiento de las empresas y en la vida diaria de las personas.
5.1. Vasos
comunicantes que se retroalimentan
¿Qué evidencian estas
amenazas? Que la relación de la IA y la ciberseguridad es bidireccional y
compleja. La Inteligencia Artificial puede servir para que los
ciberdelincuentes consigan cumplir sus objetivos criminales y atacar con éxito
a compañías, administraciones públicas y ciudadanos. Pero, a su vez, la
IA ya está presente en el día a día de los profesionales de ciberseguridad y
tiene el potencial para transformar su forma de trabajar para ayudarlos a
proteger a las empresas, instituciones y personas.
Asimismo, la
relevancia de los sistemas de Inteligencia Artificial los convierte en targets
prioritarios para los actores maliciosos. Por lo que los expertos en
ciberseguridad están llamados a jugar un papel esencial en la optimización de
las defensas de estos sistemas.
En definitiva, los
próximos años se producirán cambios de enorme envergadura que transformarán,
una vez más, el tejido productivo y los hábitos de vida de las personas. Ante
un panorama lleno de incertidumbres, la única certeza que tenemos es que la
relación entre la IA y la ciberseguridad va a marcar el devenir del mundo.
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